De nuevo regresamos con la lista de los mejores discos según
el panel de críticos que conformamos Transglobal World Music Chart. En
esta ocasión la selección de los mismos ha sido más complicada que de costumbre
puesto que hay nuevas incorporaciones de una calidad innegable, lo que nos pone
las cosas más difíciles a la hora de establecer una lista honesta y objetiva en
la que tengan cabida todas las músicas. Entre los diez primeros repiten de
listas anteriores Vieux Farka Toure & Julia Easterlin (Malí/Estados
Unidos), Bixiga 70 desde Brasil y el proyecto entre Shye
Ben Tzur, Jonny Greenwood & The Rajasthan Express.
En el número 10 y entrando en los diez primeros desde el número 20 del pasado mes tenemos al grupo Zulya and the Children of the Underground que presenta su disco On Love and Science, una suerte de euro cabaret jazz, un cuento de ciencia ficción cantado en seis idiomas. Es el cuarto disco de estudio de esta banda australiana en el que juega un papel muy importante la voz de Zulya, que está perfectamente acompañada por acordeón, piano, clarinete, guitarra, contrabajo y percusión. El disco se presenta como un libro de tapa dura de formato más grande y con dibujos de la ilustradora de Kazajistán Dilka Bear. En el puesto número 9 y bajando desde el 7 repite en la lista el dúo formado por el maliense Vieux Farka Toure con la estadounidense Julia Easterlin y su disco conjunto titulado Touristes. En el número 8 y entrando directamente está Divanhana, quien ha editado en el sello ARC Music su disco Zukva. Provenientes de Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, esta formación creada en 2009 presenta la música tradicional tanto de su país como de toda la región de los Balcanes, pero mezclando jazz, pop y la música clásica del siglo 20, haciendo especial incapié en la sevdalinka (música tradicional de Bosnia-Herzegovina). También repiten entre los diez primeros el grupo Bixiga 70 con su disco III, quienes parecen reticentes a abandonar estos primeros puestos a base de un afrobeat sabroso. Ellos están en el número 7. Al igual que hacen con el disco Junun sus participantes, que vuelven a estar entre los diez primeros, en esta ocasión en el número 6 bajando desde el 2. Ellos son Shye Ben Tzur, Jonny Greenwood & The Rajasthan Express. En quinta posición tenemos a Las Hermanas Caronni, dos gemelas que vienen de Argentina y que presentan su disco Navega Mundos, editado en Les Grands Fleuves. De formación clásica, en su música cohabitan el tango, la milonga, el candombe, sinfónica y música de cámara. En la posición número 4 está el nuevo disco de la cantante y activista saharaui Aziza Brahim titulado Abbar el Hamada y que ha visto la luz en el sello Glitterbeat Records. Como siempre Aziza no se olvida de la política, la cultura y de sus propias preocupaciones personales, temas éstos que inundan cada rincón de este nuevo trabajo.
Y ya en el podio, en el número 3 y subiendo desde el quinto puesto del mes anterior, desde Colombia, Sidestepper con su nuevo lp Supernatural Love, un disco más orgánico y sin tanta electrónica generada por ordenadores y sintetizadores. De nuevo el Caribe y África están presentes en sus canciones, con todo su folklor y sus tradiciones. En el número 2, desde Senegal, el disco de Baaba Maal, de título The Traveler. Después de siete años desde su última entrega, el magistral Television, este nuevo trabajo sigue la estela de sus anteriores producciones en las que mezcla de manera sublime el rock y el blues del desierto con trance e incluso con pinceladas de rap, en el que Maal sigue haciendo uso de su voz como un instrumento más del disco. Y en el número 1 se ha coronado Rokia Traoré con su nuevo disco Né So, el sexto en su carrera. También artista procedente de África, en este caso de Malí, esta compositora y multiinstrumentista se ha rodeado para este trabajo de gente como John Paul Johns (Led Zeppelin), Devendra Banhart y la Premio Pulitzer y Nobel de Literatura Toni Morrison, además del marfileño Matthieu N'Guessan al bajo, Moïse Ouattara a la batería y desde Burkina Faso y del maliense Mamah Diabaté al n’goni, entre otros. Once canciones originales más una versión de un tema de Billie Holyday que le han servido para auparse hasta el primer puesto en la lista de marzo de Transglobal World Music Chart, pero que a mí personalmente me ha dejado frío. Un disco que no llega a las cotas alcanzadas con sus anteriores trabajos, que no llega a transmitir esa intensidad, esa potencia que ha conseguido con maravillas como Beatiful Africa o Tchamantché, por citar los dos últimos, y en el que además no hay ninguna canción que destaque por encima de las demás, que digas: “¡boom! ¡Ahí hay un temazo!”. Está bien resuelto pero para mí le falta cierta fuerza.
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